martes, 3 de mayo de 2011

Trópico de Capricornio, por Henry Miller


Comprendo de repente lo terriblemente civilizado que soy… la necesidad que tengo de gente, conversación, libros, teatros, música, café, bebidas, etc. Es terrible ser civilizado, porque cuando llegas al fin del mundo no tienes nada que te ayude a soportar el terror de la soledad. Ser civilizado es tener necesidades complicadas. Y un hombre en la flor de la vida no debería necesitar nada.

Nunca he conocido a un hombre tan generoso, tan indulgente, tan tolerante, tan despreocupado, tan temerario, tan limpio de corazón como yo. Me perdono todos los delitos que he cometido.

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